lunes, 31 de octubre de 2011

Día Ω

Entre feliz y triste me encuentro en estos días. Muchas cosas han sucedido y la mayoría de ellas de manera rápida.¿Por qué se me hace imposible enfrentar los cambios? Es lo que menos temo y lo que más me atormenta, ahora me llegó esa sensación de estar desorientado y con ansiosas dudas sobre el porvenir del mañana, que inevitablemente formará parte de una página más de la historia.
¿Qué hacer entonces? Rendido ante mi propia grandeza y derrotado por mi propio ser, de nuevo.
A la espera de una nueva oportunidad, que pareciera sacada de mis recuerdos, llega un déjà vu de los años anteriores; envidias, celos, angustias y perturbaciones compiten con sus opuestos para resolver de mejor manera el conflicto y asi de nuevo seguir victorioso con una dualidad perfecta. Tiempo.

Estos meses de ausencia, sirvieron para agradecer, sobre todo a los nuevos tripulantes y los viejos comandantes, para prever y alimentar un próximo futuro para quien merece la vida. Dos meses.

En cambio yo, sigo aislando emociones y entregando día a día lo que con extenuantes fuerzas logro sacar de mi.Para otros.
Es mi propia desilusión de mi ser, sin motivaciones por el conocimiento y frustraciones por ingenuos genios, lástima que soy demasiado bueno para ser malo.
Dos razones me guían para seguir, tres de ellas están aquí y una más espera que lo espere para caminar juntos y esperar de nuevo.


Hoy estoy derrotado. Mañana.